Tipo de iluminación:
En la vivienda se realizan tareas muy diversas, por ello debe
existir una iluminación de tipo general, complementada en caso necesario por otra
localizada de uso individual (un flexo o una lámpara auxiliar); si se dispone de luces
individuales, éstas deben situarse de manera que no originen deslumbramientos
ni alteren el contraste en la lectura de la pantalla del ordenador. Por otra parte,
siempre conviene disponer de suficiente aporte de luz natural, aunque ésta, por sí
sola, no garantiza una iluminación correcta, ya que varía en función del tiempo; por
ello, es necesario compensar la ausencia o las variaciones de luz natural.
Nivel de iluminación. La iluminación en las zonas de desarrollo de las tareas debe
ser suficiente para realizar las tareas con comodidad y no tan alta que provoque
deslumbramientos (directos o por reflejos), pérdida o excesivo contraste con el
resto del entorno. Para las tareas habituales de las zonas de estudio se recomienda
un nivel de iluminación en la zona de trabajo del orden de 500 lux.
Distribución de luminancias. Es preciso mantener un equilibrio entre las diferentes
intensidades de luz que recibimos desde las superficies incluidas en el campo
visual. Este equilibrio debe mantenerse especialmente entre la iluminación general
y la localizada. Entre los componentes de la tarea se recomienda que la relación
de luminancias no sea superior a 10:1.
Deslumbramiento directo: se produce cuando dirigimos la vista a una superficie
con un brillo excesivo. Para evitarlo conviene actuar sobre las causas, considerando:
- Las ventanas deben disponer de dispositivos que permitan regular la luz exterior.
- Las luminarias del techo deben ser diseñadas para no producir deslumbramientos.
- La línea entre los ojos y la fuente de luz debe formar un ángulo mayor de 30º con
el plano horizontal, para que el usuario no vea directamente la luminaria.
- Las luminarias del techo vistas bajo un ángulo inferior a 45º respecto al plano
horizontal deben tener una luminancia máxima de 500 Cd/m2
- Es importante ubicar adecuadamente el puesto de tarea en relación con las fuentes
de luz. Hay que evitar las ventanas situadas frente al que realiza la tarea. Se debe
colocar la mesa de manera que las ventanas queden en un lateral. A poder ser en
el lado izquierdo si la persona es diestra para no crear sombras.
Distribución e instalación de las luminarias
Para una iluminación general el nivel mínimo
de iluminancia según el espacio es de 100
luxes frente a los 300 luxes recomendados,
mientras que para una iluminación puntual
debería ser de 500 luxes recomendados
frente a los 300 luxes exigidos.
La luminaria puede dar lugar a diferentes
tipos de iluminación: La iluminación directa
es la indicada para aprovechar toda la
energía del haz luminoso, pero puede crear
deslumbramientos y sombras molestas en el
techo. La difusión de luz mediante los modos de distribución indirecta, ha de
contar con techos y paredes mates (no reflectantes). El rendimiento es menor pero
la iluminación es más uniforme y proporciona mayor bienestar visual.
- Iluminación general uniforme. En ella las luminarias están repartidas regularmente
por todo el local, sin tener en cuenta los emplazamientos localizados. Este tipo de
iluminación es interesante en espacios grandes donde los puestos focalizados no
son fijos (zona de estudio, lectura, etc). Esta distribución ha de tener presente
sistemas de protección que eviten los deslumbramientos y debe distribuir parte de
la luz al techo y a las paredes. Han de estar colocadas lo más altas posible.
- Iluminación general con iluminación localizada
de apoyo. Al caso anterior se le han añadido focos
luminosos cerca del plano de trabajo de manera
que se refuerza la iluminación general. Los focos
localizados han de estar protegidos para que la luz
no incida directamente en el trabajador y para que
no incida en espacios de trabajo cercanos. Este tipo
de iluminación se recomienda en puestos donde se
requiera una gran exigencia visual (coser, dibujar...)
o
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